jueves, 13 de diciembre de 2012

A la caza del Innombrable.


Capitulo 2

Tres fuertes ladridos y un sonoro grito nos heló la sangre a todos los Alumnos que permanecíamos en las afueras del patio interior. Los Alumnos más pequeños se apretujaron entre si, y mirando hacia el lugar del que procedía el fuerte grito, me guardé la nota en mis bolsillos y salí corriendo hacia el pasillo que llevaba a las escaleras de las habitaciones. Todos los alumnos corrían detrás de mí o me miraban con caras pálidas al pasar por su lado. Cuando iba a dar la vuelta a la esquina, vi que el suelo estaba encharcado de agua que reflejaba las piedras terrosas de Hogwarts y cómo un puñado de arañas en fila salían por la ventana hacia el bosque.

Cuando giré la esquina me detuve en seco, lo cual conllevó alguna caída de algún que otro alumno. En el pasillo estaba quién yo ya había supuesto, Fluffy.

Las paredes estaban llenas de manchas de sangre y una chica, de melena oscura, yacía bajo el gruñente y manchado hocico de Fluffy. Los alumnos propinaron un grito de pánico y Fluffy alzó la vista hacia nosotros y dio un fuerte ladrido. Saqué mi varita y me puse en guardia preparada para que Fluffy me atacara, pero en vez de eso se tumbó gimoteando y pegando sus tres enormes cabezas al suelo se acercó a mí. Yo estiré la mano hacia una de sus cabezas pero dos voces sonaron detrás de mí elevándose sobre los gritos de los alumnos.

- ¡NO TOQUES A ESA BESTIA!

Santi y Zack se acercaron a mi lado y Fluffy gimoteó más fuerte mientras me miraba a los ojos.

- No es una bestia es el guardián de Hogwarts.

Una voz decidida sonó desde detrás de los Alumnos que se abrieron dejando paso a Albus Dumbledore con su elegante andar. A su lado estaban Kona y Always que tenían una solemne pose. Dumbledore se puso a mi lado, posó su fina mano sobre mi hombro y me susurro:

- ¿Te importaría llevarte a Fluffy a la Casa de Hagrid?

Negué con la cabeza y con paso firme me aleje seguida por Fluffy que me seguía obediente y gimoteando. Cuando pasamos por al lado del cuerpo de la Alumna me pude fijar en quién era, y mi corazón se rompió. Elaah. Ella había muerto a manos del podre y descontrolado Fluffy, que por su forma de actuar estaba arrepentido. Fluffy se detuvo un momento al lado del cuerpo y le dio un pequeño empujoncito con su hocico y al ver que no se movía emitió un aullido triste. Me giré y con voz firme le susurré:

- Vamos pequeña, salgamos fuera.

Fluffy me siguió hasta fuera y antes de salir del pasillo me giré para ver las huellas ensangrentadas de Fluffy que seguían nuestro camino, y cómo Dumbledore se agachaba al lado del cuerpo de la joven Alumna junto con la Porfesora McGonagall. Ahí vi de nuevo sus zapatos de color peculiar y sonreí al pensar en el traspiés de antes.

Cuando salí al patio, Vic estaba sentada tan tranquila en el césped estudiando inglés y con tono contento me saludó:

- ¡Hello, Baby!

Me sonrió a mí y a Fluffy como si ya supiera lo que pasaba. La saludé con la mano y al girarme vi que Fluffy había vuelto a su forma humana y que estaba llorando. Me acerqué a Fluffy, le di un fuerte abrazo y Vic vino a ayudarme. 

Una lechuza salió de una ventana de Hogwarts dando un gran graznido, se acercó a mí y de sus patas soltó una notita. La miré, la cogí y leí las iníciales que ponía en ella. “L. V.” 

Enarqué una ceja y conforme abría la carta alguien empezó a reír en el fondo y oscuro Hogwarts de esos tiempos. 


***Victoria Luna Potter***