Capítulo 1
Como cada día en Hogwarts había ese ambiente mágico. Pero hoy se respiraba un ambiente cargado, debido al inicio de la Navidad. Los alumnos que andaban por los pasillos sonreían alegremente, mientras que otros iban poniendo pequeños adornos mágicos que pululaban por los aires golpeando a algún que otro alumno.
Cuando estaba a punto de entrar en el Comedor, una persona vestida con una gran capa gris me hizo dar un traspiés y caer al suelo. La persona tenía tal prisa que ni se detuvo a ayudarme, pero al girarme para decirle cuatro cosas pude darme cuenta de quién se trataba debido a su elegante andar con sus zapatos de ese color tan peculiar.
Nuez, que venía dando felices saltos desde el pasillo, vino a ayudarme y juntas entramos en el Comedor donde el Profesor Flitwick junto con Shio, Manu, Elaah y Lily A. se encontraban colgando los brillantes adornos de Navidad sobre el grandísimo árbol de este año. En una de las grandes mesas se encontraban concentradas Mooney y Violet que como verdaderas rivales se encontraban jugando al ajedrez mágico, y a primera vista el color negro de Mooney resaltaba sobre el color blanco de Violet.
Por la gran puerta del Comedor entraron las lechuzas de los Alumnos repartiendo las cartas de sus familias. La recordadora de Neville, recién traída en un paquete, ya rodaba por debajo de las mesas con él detrás y las risas de sus compañeros acompañándolo.
La lechuza de Kona pasó por encima de mi cabeza con un gran paquete y una pequeña notita que colgaba del hilo del cierre del papel. Me quede admirando el paquete de un esmeralda brillante que relucía con las luces de los adornos de Navidad. Nuez me sacó de mi embobamiento y me llevó a un lado de la mesa a cuchichear sobre algún que otro alumno guapo y tremendamente extravagante.
Al cabo de diez minutos de estar hablando con Nuez, Kona, con una risilla, se me acercó y me entregó el papelito que había visto colgado de su paquete.
- ¿Qué es esto Kona?
- No lo sé, el papel pone tu nombre y en el paquete ponía el mío.
- Ah… Vale, gracias.
Kona me sonrío dulcemente y salió del Comedor con Vir que había acabado de poner los adornos en el árbol. Yo miré a Nuez, después al papelito y en vez de abrirlo delante de ella me despedí y salí fuera al patio interior. Allí me senté en un banco sin antes observar que en el centro del patio estaban Hermi, Javi, Zack, Always y Kona… que me miró de reojo. Ignoré aquella mirada y me dispuse a abrir la nota. En ella me encontré una simple frase que me dejo desconcertada.
“El juego a comenzado. ¿Juegas?”
Y sin saber que estaba siendo observada por cuatro ojos releí varias veces aquella nota que contenía pocas palabras pero lo decía todo.
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***Victoria Luna Potter***
