viernes, 24 de febrero de 2012

El poder de la imaginación!!


CAPÍTULO 6

- Yo… estaba buscando… - la voz de Aki sonaba amortiguada por la pesada puerta de hierro, pero aun así las chicas lograban escuchar la conversación.

- ¿Qué haces aquí? – repitió Hugo con tono firme.

- Yo vine a buscar agua. Sí, eso. Agua. – respondió Aki de una manera demasiado sospechosa.

- ¿Agua? – preguntó Hugo con el ceño fruncido.

- No se cree una palabra… - dijo Mooney en un preocupado susurro.

- Silencio…- urgió Quill pegando la oreja a la puerta.

- Si, agua. – respondió Aki después de una pausa inspiradora. – Agua para la señora Sara, necesita tomar sus medicamentos.

El rostro de Huego pareció cambiar, pero Aki estaba demasiado nerviosa y preocupada por los resultados que traería su mentira, como para darse cuenta. Dentro de la despensa las chicas estaban igual de nerviosas, aguantando la respiración…

- ¡¡Lo hubieras dicho antes!!- dijo de repente Hugo en tono exageradamente jovial. En la despensa, Javi se derrumbo en el suelo con un suspiro de alivio.

El cocinero puso una gran jarra de agua y un vaso sobre una bandeja, y la tomó con ambas manos. Aki hizo ademán de recibirla pero antes de poder hacer nada Hugo se la había apartado de delante.

- Deja ahí niña, que yo se lo llevo. Mejor deberías encargarte del papeleo… prefiero ni recordar la última vez que se atrasaron en una cuenta… - le dijo Hugo.

Hugo salió de las cocinas meneando la cabeza y hablando en voz baja. Cuando Aki estuvo completamente segura de que el alto cocinero se encontrara a una distancia considerable, abrió la puerta de la despensa. Al hacer esto las chicas cayeron unas encima de las otras por haber estado pegadas a la puerta, intentando escuchar. Todas menos Javi, que se encontraba comiendo pasteles de una caja color naranja. Aki se rió de aquella graciosa escena.

- Silencio… a este paso ya nos deben haber descubierto solo por el ruido que hacemos. – dijo Vic poniéndose de pie y sacudiéndose.

Aki dirigió a las chicas a la puerta para que por fin pudieran irse, pero al abrirla todas se callaron de inmediato. Aki abrió los ojos como platos, Javi escondió la caja detrás de su espalda, Quill y Vic se quedaron de piedra y Mooney sintió que el corazón se le detenía, pero nada expresaba realmente la tormenta que acababa de estallar, que el profesor Samuel estuviera en la puerta de la cocina, observándolas a todas, no podía augurar nada bueno.

Continuará...

***Victoria Luna Potter***